Comprender y priorizar
Sumergirse en un libro una tarde de domingo y devorarlo. Placer supremo.
Me sucedió con «La Farsa de las Startups. La cara oculta del mito emprendedor» de Javier López Menacho, editado por Libros de la Catarata.
«Si este libro arroja algo de luz ante el abismo, y sirve para advertir de lo que conlleva emprender en un universo entregado a su propia farsa, habrá cumplido su propósito».
Lo cumple con creces, arroja muchísima luz ante esta incertidumbre que es emprender. Y con este post queremos contribuir al debate alrededor de esta farsa aportando lo que sabemos hacer: el análisis creando un ejercicio práctico y aplicable a empresas, proyectos y entidades, sean o no startups.
Todo el libro está plagado de ideas clave, pero el capítulo 7 es crucial: ¿Por qué fracasa una startup?
En él se enumeran 30 motivos de fracaso. Vistos así, de golpe, la sensación es abrumadora. Con este listado (y muchos post-it) como punto de partida, proponemos una serie de transformaciones para que esta información de tanto valor, en vez de abrumarnos, nos ayude a mejorar.
Estructurar la información siempre ayuda a clarificar una problemática.
A partir de aquí empieza nuestra aportación que consiste en clasificar los 30 motivos de fracaso en 5 dimensiones que hemos identificado (podrían ser más, podrían ser menos y podrían ser otras):
- Análisis del mercado
- Desarrollo de productos y servicios
- Organización interna
- Robustez financiera
- Estrategia
Aunque suene a tópico de autoayuda, pensar en positivo nos da más fuerzas que pensar en negativo.
Así que en vez de hablar de motivos de fracaso, le damos la vuelta y transformamos cada motivo de fracaso en una acción que se pueda trabajar, en un objetivo a conseguir. El contenido es el mismo, la energía es la opuesta.
Y para darle más fuerza identificamos cada dimensión con un color distinto; los colores, ese recurso visual tan sencillo que tanto agradece el cerebro a la hora de analizar.
Con los motivos de fracaso clasificados en dimensiones y transformados en acciones positivas, llega el paso final.
¿Cómo jugar con este conjunto de acciones para que sea una ayuda en la diagnosis empresarial y la priorización de objetivos?
Hemos creado un eje para priorizar las acciones combinando dos variables:
1) Si lo llevamos bien (o lo llevamos mal).
2) Si dependemos de otras personas para conseguirlo (o es un trabajo interno y tenemos más autonomía para conseguir el objetivo).
Esta combinación de variables nos parece muy útil para priorizar, pero se podría construir otro tipo de eje. Lo bonito del análisis creativo es que nunca hay una sola forma de hacer las cosas. Lo importante es que sea útil, que sirva para comprender dónde estamos y priorizar las energías.
Ahora sí, toca mojarse y colocar las acciones en el eje:
- En el extremo izquierdo lo más prioritario: lo que llevamos mal y dependemos de otr@s.
- En el eslabón siguiente colocamos las acciones que llevamos mal y depende de nosotr@s.
- En mitad del eje, lo que no llevamos mal pero podemos mejorar.
- En el eslabón siguiente hacia la derecha, lo que llevamos bien y depende de nosotr@s.
- Y en el extremo derecho lo que llevamos bien y depende de otr@s (¡lo más difícil que estamos consiguiendo!)
¿Ha cambiado la sensación del inicio, cuando partíamos de 30 motivos de fracaso que nos abrumaban?
Esta es nuestra contribución al debate sobre la farsa de las startups: la creación de un ejercicio de análisis para reducir el riesgo de fracaso, para identificar las acciones prioritarias, enfocar la estrategia a medio plazo, concretar dónde invertir los recursos (siempre escasos) y, finalmente, visibilizar lo que llevamos bien para no olvidarnos de la importancia de cuidarnos y celebrar los logros.
¿Cómo priorizarías estos motivos de fracaso transformados en acciones, con tu empresa, entidad o proyecto?
Si te abruma, no te preocupes, te ayudamos en el análisis para comprender por qué suceden las cosas y priorizar 🙂
«Si en las próximas décadas queremos generar proyectos innovadores perdurables en el tiempo, que traigan empleo de calidad y un crecimiento del tejido productivo, bien estará cambiar lo que vivimos hoy, comprender por qué suceden las cosas y trabajar para un mundo mejor».